Inglaterra, especialmente Londres, es otro claro ejemplo de que comer sin gluten y encontrar productos aptos y bien marcados en los supermercados para nosotros es relativamente sencillo.
Holanda, República Checa, Finlandia (buen país para los celíacos, por cierto), Suecia, etc… en todos ellos, haciendo labor una buena labor previa de investigación, hemos encontrado tanto restaurantes como productos etiquetados, en mayor o menor cantidad.
En Berlín cuando estuve hace ya 3 años, aun no estaban demasiado preparados; pero últimamente se han puesto las pilas y mi amiga Adriana acaba de sacar una fantástica guía de Berlín sin gluten.