Ingredientes
100 gr claras de huevo pasteurizadas
200 gr azúcar blanquilla
300 gr mantequilla
Saborizante al gusto
Elaboración
1. Ponemos las claras de huevo junto con el azúcar en una cazuela y las cocemos al “baño maría”, removiendo constantemente hasta que veamos que el azúcar se ha disuelto. No tienen que hervir en ningún momento y ella agua de abajo no tiene que tocar en ningún momento la sopera superior.
2. En cuanto estén listas, pasar al bol de la amasadora y dejar templar unos minutos.
3. Colocar las varillas y montar un merengue firme.
Esto dependiendo de la ponencia de vuestra máquina, tardará más o menos. Sabréis que está bien montado cuando al elevar las varillas se queda pegado sin caerse y el merengue tenga un aspecto blanco y brillante.
4. En ese momento, iremos incorporando la mantequilla (tiene que estar a temperatura ambiente) previamente cortada a daditos despacio, dejando que se vaya integrando poco a poco.
Podéis seguir usando las varillas, pero si tenéis pala, el merengue se monta mejor.
5. Una vez toda la mantequilla está incorporada, subir la potencia de la amasadora y batir hasta conseguir la textura adecuada (una crema suave).
A mitad de este proceso puede pareceros que se corta la crema. No os preocupéis y seguid batiendo.
5. Cuando ya tengamos lista nuestra crema base, le añadimos el saborizante que queramos y batimos hasta que esté integrado por completo.
NOTAS
– Con estas cantidades, da para rellenar y decorar una tarta de unos 15-18 cms.
– La podéis hacer uno o dos días antes de su uso y mantenerla en el frigorífico. Tan solo acordaros de sacarla la noche anterior para que atempere y poder utilizarla. De lo contrario, estará muy dura.
– Si queréis hacer más cantidad, simplemente tenéis que seguir la regla del 1,2,3. Me explico, para hacer el doble de cantidades sería 200 claras/400azúcar/600 mantequilla… y así sucesivamente.
– Si hacéis mucha y la congeláis, acordaros que el tiempo máximo de congelado son 3 meses y que al descongelarla, la tendréis que volver a batir para que coja la textura cremosa que debe tener.
– Al llevar tanto azúcar, una tarta o unos cup cakes decorados con ella se pueden tener perfectamente fuera de la nevera un par de días (ojo si es verano y hace calor).
– Si el saborizante que le añadir es acuoso (una mermelada muy líquida por ejemplo), tened cuidado porque puede humectar mucho el merengue y bajarlo por completo.
Os doy diferentes ideas:
– dulce de leche
– cremas de frutas/mermeladas
– nutella
– chocolate fundido
– aromas / esencias
– vainilla
– coco rallado