Y justo al lado está el Bastión de los Pescadores, desde donde las vistas de la parte de Pest, son una auténtica pasada y donde nos hicimos muuuuchas fotos.
Continuamos andando y de forma casual nos encontramos con «Laberinto del Castillo», unas grutas ha usadas por el ser humano desde la prehistoria y que sirvieron de bunker en la Segunda Guerra Mundial.
Su principal atractivo es que se hace completamente a oscuras (nos guiamos con las luces del móvil) y hace frío.
- Aviso: hace frío y no es apto para claustrofóbicos.
Tras acabar de visitar la zona de Buda con un paseo por el Castillo (no entramos porque básicamente hay colecciones de arte) fuimos bajando la colina hasta llegar al Puente de las Cadenas, declarado por la UNESCO, Patrimonio de la Humanidad y que une las dos partes de la ciudad: Buda y Pest separadas por el río Danubio.
Este fue nuestro segundo día de vacaciones. Y con él, habíamos visto todo lo principal en la ciudad de Budapest.