Celiaquía e intolerancia a la lactosa.
En numerosas ocasiones, cuando se diagnostica celiaquia, esta suele ir acompañada de una intolerancia a la lactosa.
Afortunadamente dicha intolerancia en ocasiones, puede ser transitoria.
Esto se debe a que en ocasiones, tras un tiempo de dieta estricta sin gluten y sin lactosa, el intestino recupera sus vellosidades intestinales.
Y de esta manera, en algunos casos, se puede volver a tomar productos lácteos que contengan lactosa.
Voy a tratar de explicar esto para entenderlo un poco más.