La comida que sirven es típicamente sueca: albóndigas (sí, estilo Ikea), con su puré de patatas, su salsa de arándanos y además, embutido, patata asada, y quesos.
En las dos fotos de abajo veréis los dos platos que pedimos Nicolás y yo.
Y os diré que estaba todo realmente rico y los precios eran asumieres para nosotros, teniendo en cuenta que estás en mitad de la zona más turística de la ciudad y que en Suecia todo, todo, es mucho más caro que aquí.