Ubicado en una pequeña plazoleta del centro del pueblo, tengo que reconocer que me decepcionó un poco.
Es un restaurante pizzería donde podemos pedir prácticamente todo sin gluten y sin lactosa.
Nicolas se decantó por una lasaña y yo pedí una pizza.
Sin más. Masa regulera y relleno… sin más.
La verdad es que iba con muchas esperanzas y como os digo, me dejó un poco «fría».
Se recomienda llamar para reservar y también hacen envíos a domicilio.
Gracias por este artículo. El Escondite se ha movido a un sitio más grande. Fuimos allí anoche y comimos muy bien, incluyendo canalones y Wellington de ternera, todo sin gluten. Los camareros eran muy profesionales y había una variada lista de vinos. Por la tarde, pide una mesa en el patio con luces y música.