– Lo primero que vamos a hacer es el concentrado de cerezas. Para ello, deshuesamos las cerezas, las lavamos y las ponemos en una cazuela junto con 125 gr de azúcar y el zumo de limón y dejamos cocinar a fuego lento una media hora.
– Una vez hecho el concentrado, lo colamos para quitar todas las pieles y dejamos atemperar.
– Mientras tanto, vamos hidratando las hojas de gelatina en agua muy fría y una vez hidratadas y atemperado el concentrado de cerezas, las añadimos al mismo y las disolvemos bien. Reservar.
– En un bol limpio, montamos las claras de huevo y cuando espumen, añadimos los 50 gr de azúcar restantes y montamos un merengue firme. Reservar.
– En otro bol, mezclamos el queso crema, el queso ricota y el yogur.
– A esta mezcla le añadiremos el concentrado de cerezas y batimos bien para que quede una masa homogénea y cremosa.
– Para finalizar, incorporamos un poco del merengue con movimientos suaves y envolventes y cuando este completamente integrado en la mezcla, añadimos el resto del mismo modo.
– Vertemos nuestra masa sobre el molde elegido y dejamos reposar hasta que cuaje en la nevera, un mínimo de 4 horas. Mejor si es de un día para otro.
Madre mía!! Que pinta tiene!! Después de hacer tú bizcocho de zanahoria que me quedo de maravilla me voy a atrever con este.
Mil gracias por tus maravillosas recetas y hacernos la vida más fácil a los celíacos.