– Ponemos la nata a hervir y cuando comience a hacerlo, retiramos del fuego. Reservar.
– En una cazuela con el fuego medio ponemos el azúcar y sin dejar de remover, vamos dejando que se disuelva y caramelice, volviéndose líquida y tomando un color marrón.
– Retirar del fuego y añadir la nata.
♦ Importante: mucho cuidado porque al echar la nata el caramelo sube y al estar tan caliente, os podéis quemar, así que proteged bien nuestras manos con un guante o trapo.
– Poner de nuevo a fuego lento, echar la mantequilla dejando que se funda y cocinar unos 3 minutos más.
– Verted el caramelo en un bote de cristal y una vez atemperado, guardar en el frigorífico.