Sé que hay mucha gente son detractora de este tipo de repostería: que si las tartas son malas de sabor, que si tiene mucha azúcar, etc..
Tal vez lo que desconocen es que su interior son ricos bizcochos (siempre y cuando se hagan bien) y que si no te gusta el fondant, puedes os puedes «pelar» la tarta como si fuese un plátano y listo.
Sin duda, para mí lo mejor que tiene hacer este tipo de repostería es poder personalizar absolutamente lo que cada uno desea reflejar en ellas: desde un deporte, un hobby o un momento especial de la vida.
Y ver las caras de sorpresa cuando las personas ven sus tartas, compensa por todas las horas de trabajo que hay detrás de cada una de ellas. Porque si, llevan muchas, muchas horas de trabajo detrás.
Así que hoy os enseño una pequeña muestras de algunas de las tartas que he hecho a lo largo de estos años.
Hola Elena, como puedo contactar contigo??