Nápoles sin gluten.
No me cabe ninguna duda de que si alguien me preguntase cómo definiría la ciudad italiana de Nápoles, sería: caótica.
Añadiría ruidosa, decadente y personalmente, la ví sucia.
Y si, de todas las ciudades que he visitado de Italia y son muchas, es la que menos me ha gustado sin duda alguna.
Sin embargo, su historia y especialmente, la cercanía a las ruinas de Pompeya, ciudad destruída por el volcán Vesubio en el año 79 d.C., hace que Nápoles sea parada obligada en la ruta turística italiana.
Además, yo soy de las que opina que para «criticar», hay que conocer.
Así que no, no volvería a Nápoles. Pero tengo que reconocer que me gustó visitarla.