– En una cazuela, ponemos mucha agua a hervir y cuando comience la ebullición, echamos la pasta y la cocemos en función del tiempo que ponga en la bolsa.
– Mientras se cuece la pasta, preparar el resto de ingredientes: limpiar y cortar los tomates cherrys, el queso fresco, las nueces… y ponerlos todos en un bol.
– Cocida la pasta, escurrir con abundante agua para eliminar el posible almidón sobrante y ponerla con el resto de ingredientes de la ensalada.
– Aliñar al gusto. A mí personalmente me gusta con aceite de oliva virgen extra y un poquito de vinagre balsámico de Módena (que siempre sea certificado sin gluten).