Tarta mousse de piña

Tarta mousse de piña

Tarta mousse de piña.

Me declaro fan absoluta de las tartas que no necesitan horno. Y más aun si son tan bonitas y deliciosas como esta mousse de piña.

Eso sí, hay que reconocer que tienen un problema: los tiempo de espera en el cuajado. Por lo que no son para «hacer y comer» como un bizcocho.

Esta mousse puede parecer complicada de elaborar, pero no lo es en absoluto. Y además, el interior siempre sorprende.

Así que sin mas dilación, vamos a por la receta.

Mousse de piña
Receta mousse de piña

Tarta Mousse de piña sin gluten

Para la gelatina de piña

1 sobre gelatina piña

250 ml agua

Para la base de la tarta

200 gr galletas y/o cereales

50 gr mantequilla

rodajas piña en su jugo

Para la mousse de piña

200 ml nata 35% materia grasa

3 yogures de piña

25 gr azúcar

6 laminas gelatina neutra

30 ml zumo piña en su jugo

Para la decoración

Cacao en polvo

Galletas

Gelatina de piña

⇒ Elaboración gelatina de piña

La piña es una de las pocas frutas que por una enzima que contiene, no podemos «gelatinizarla» en casa (piña natural, me refiero).

Por ello, en este caso lo que haremos es hacer una gelatina con los sobres que venden en cualquier supermercado y seguir las instrucciones que pongan para elaborarla.

Una vez lista, la volcamos sobre el molde (en este caso uno plano y alargado) y la dejamos en el frigorífico hasta que se cuaje y la vayamos a desmóldalos (unas 5 o 6 horas).

⇒ Elaboración de la mousse de piña

Para elaborar la base

Lo primero que vamos a hacer es la base de la tarta. Para ello:

– Comenzamos triturando las galletas y/o cereales elegidos.

– A esta mezcla, añadimos la mantequilla (fundamental que esté muy blandita); mezclamos hasta obtener una masa y vertemos la mezcla en la base de nuestro molde (molde que tiene que ser desmontable).

– A continuación y sobre la base, colocamos unas cuantas rodajas de piña en su jugo por el borde del molde y llevamos al frigorífico o congelador.

Para elaborar la mousse de piña

– Comenzamos hidratando las hojas de gelatina en agua fría.

– Mientras se hidratan, montamos la nata hasta que haga picos duros. Añadimos el azúcar y batimos un poco más. 

– A la nata montada le añadimos los yogures de piña e integramos todo bien. Reservar.

– A continuación, calentamos unos 30 ml del zumo de la piña en su jugo; escurrimos las hojas de gelatina y las vertemos en el jugo y las disolvemos por completo en él.

– Dejamos que esta mezcla atempere (este paso es importante para evitar que con el contraste de temperatura, se corte la crema) y la añadimos a la nata montada con los yogures, batiéndola bien hasta que tengamos una masa cremosa y homogénea

– El siguiente verter la mitad de la crema sobre la base de galletas/cereales que teníamos reservada.

– Sobre esa primera capa de mousse, colocamos la capa de gelatina de piña (no pasa nada si se rompe un poco al desmoldarla) y sobre ella de nuevo, el resto de la mousse.

– Llevamos al frigorífico y dejamos que cuaje al menos 5 horas y siempre mejor, de un día para otro.

⇒ Desmoldado y decoración

– Una vez pasado el tiempo de cuajado, desmoldamos la tarta con cuidado.

– A partir de ahí, la decoración es muy personal: se puede dejar tal cual o darle un toque de color: cacao en polvo, trocitos de galletas trituradas, restos de gelatina de piña.. como digo, a vuestro completo gusto.

Una de las cosas que más me gusta de esta tarta es que se puede tunear y cambiar para convertirla en otra tarta completamente diferente.

Base: en este caso, la hice sin base y queda igual de rica.

Piña: En vez de hacerla de piña, podemos hacerla de fresa con yogures de fresa y gelatina de fresa (para ello, se podría hacer con una gelatina industrial como la de piña o hacer un zumo fresas, calentarlo un poco, añadirle unas láminas de gelatina neutra y listo).

  • Pero también se puede hacer con yogures naturales y dos gelatinas diferentes: frambuesas y mango, por ejemplo. Las posibilidades son infinitas.
  • Y una tercera opción si no queréis liaros con las gelatinas de en medio: en vez de ellas, a mousse de piña le podéis añadir trocitos piña en su jugo. 
LACTEOS

Espero que os haya gustado esta propuesta de tarta mousse de piña, muy veraniega y fresquera.

Como dije al principio, no es complicada de hacer pero sí un poquito «laboriosa». Pero que ello no os desanime porque estoy segura de que si la hacéis, os va a encantar el resultado.

Y si os gusta este tipo de tartas, esta otra mousse de chocolate y fresas os va a encantar.

Helena

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