Cogimos el bus 17 en la salida del puerto y nos dejó en la plaza del mercado, centro neurálgico de Helsinki.
Allí mismo nos montamos en un Ferry (sirve el mismo billete de autobús) y en 10 minutos estábamos en la Isla de Soumenlinna.
Declarada patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es una pequeña isla donde acutalmente viven unas 800 personas y que durante muchos años sirvió de fortaleza para evitar tratar el avance del ejército Ruso.
Hay que seguir la «ruta azul» que es la que te va guiando por los diferentes lugares que tiene y es una delicia pasear porella.
Nosotros además llegamos para las 8 y media de la mañana y estuvimos prácticamente solos, lo cual hizo la visita, aun más especial.
Nos quedamos eso sí, sin poder visitar el submarino porque abrían a las 11 de la mañana.