Las cacas y nuestra salud
El post de hoy es escatológico. Sí. Porque vamos a hablar de cacas. Y mucho.
Creo que en general no somos muy consientes de lo que nuestras cacas pueden contarnos acerca de nuestra salud.
Por supuesto, no hay que obsesionarse con el tema ni mirar cada una de las deposiciones que hacemos.
Pero la realidad es que cambios en ellas o, por ejemplo, las cacas de los niños pequeños tras la ingesta de los primeros alimentos, pueden evidenciar que algo no está funcionando correctamente en nuestro cuerpo.
Yo recuerdo especialmente las cacas de mi hijo a partir de los dos años: eran amarillentas, poco compactadas y además tenía siempre como hilillos.
La pediatra siempre le quitaba importancia. Pero la realidad posterior fue que esas cacas estaban dándonos pistas acerca de la celiaquía del niño.
Con todo ello, hoy hablamos de las cacas, de cómo “deberían ser unas normales” y cuando debemos mirar un poco más allá.