Las cacas y nuestra salud
El post de hoy es escatológico. Sí. Porque vamos a hablar de cacas. Y mucho.
Creo que en general no somos muy consientes de lo que nuestras cacas pueden contarnos acerca de nuestra salud.
Por supuesto, no hay que obsesionarse con el tema ni mirar cada una de las deposiciones que hacemos.
Pero la realidad es que cambios en ellas o, por ejemplo, las cacas de los niños pequeños tras la ingesta de los primeros alimentos, pueden evidenciar que algo no está funcionando correctamente en nuestro cuerpo.
Yo recuerdo especialmente las cacas de mi hijo a partir de los dos años: eran amarillentas, poco compactadas y además tenía siempre como hilillos.
La pediatra siempre le quitaba importancia. Pero la realidad posterior fue que esas cacas estaban dándonos pistas acerca de la celiaquía del niño.
Con todo ello, hoy hablamos de las cacas, de cómo “deberían ser unas normales” y cuando debemos mirar un poco más allá.
Las cacas y la salud: color y textura
Cuando observamos las cacas, lo podemos hacer de dos maneras. O mejor dicho, combinando dos cosas: el color y según la textura.
⇒ El color de nuestras cacas
El color típico de las cacas “debería” ser marrón. Entre claro y oscuro.
Sin embargo en ocasiones este color marron cambia por la ingesta de algún tipo de comida o medicación, sin que dicho cambio sea “sospechoso” de nada más.
Así pues, la «variedad» de colores que pueden presentar nuestras cacas son:
- Heces Blancas o muy claras: pueden aparecer tras la ingesta de antibióticos; malas digestiones por problemas en el hígado o la vesícula biliar. También problemas de páncreas.
- Heces Amarillentas: problemas de absorción intestinal, infecciones intestinales y sospecha de enfermedad celíaca.
- Heces Verdes: pueden aparecer tras haber tomado vegetales de intenso color verde o antibióticos; también pueden ser alerta de síntomas de estrés o intestino irritable.
- Heces Marrones: digamos que son las cacas “normales”. Marrones en varias tonalidades se deben a una dieta saludable y transito intestinal normal
- Heces Rojas: pueden aparecer tras haber tomado colorantes alimentarios de este color, remolacha o zumo de tomate. Además, pueden ser alerta de hemorroides, enfermedad de Crohn, infecciones intestinales y colitis ulcerosas.
- Heces Negras: los suplementos de hierro pueden provocar colores oscuros. Alertan sobre sangrados en el tracto superior digestivo (estómago), úlceras gástricas o varices esofágicas.
⇒ La forma y textura de nuestras cacas
Aquí entra en juego la famosa “Escala de Bristol” que define cómo deberían ser las cacas en función de su textura y forma.
Ya veis que no es cosa mía el tema en cuestión.
De este modo, se clasifican en:
TIPO 1:
TIPO 2:
TIPO3:
TIPO 4:
TIPO 5:
TIPO 6:
TIPO 7:
Trozos separados, secos, pequeños y sólidos que pasan con dificultad
Como si fuese una salchicha con trozos incrustados .
Salchicha con grietas.
Salchicha alargada, lisa y blanda. Muy definida
Masa pastosa con bordes definidos.
Trozos pastosos con bordes irregulares y a veces hilos.
Acuosa, sin trozos sólidas y/o líquida.
Estreñimiento severo
Estreñimiento ligero
Cacas normales
Cacas normales
Falta de fibra
Ligera diarrea
Diarrea severa
Las cacas y la celiaquía
Si hablamos de cómo son las heces de una persona que sospecha que tiene celiaquía, es decir, no diagnosticada, podríamos decir que en muchas ocaciones se alternan fases de estreñimiento con fases de diarreas.
En los niños en muchas ocasiones, suelen ser amarillentas y claramente tipo 6: trozos pastosos con bordes irregulares e hilos a su alrededor.
Quiero dejar claro que por supuesto, no soy médico ni pretendo hacer de ello.
Y que, ante cualquier duda de salud, hay que acudir al profesional adecuado.
Espero que el post os haya resultado de utilidad; hayáis aprendido algo d leo que nuestras cacas dicen de nuestra salud y sobre todo, que de vez en cuando, reviséis las vuestras.
En este post os dejo información acerca de cómo saber si una persona es celíaca
Helena