Os diré que el pueblo de Marbella es una auténtica preciosidad: blanco, lleno de pequeñas tiendecitas preciosas, con unas buganvillas que me volvieron loca…
Y luego está el famoso Puerto Baús, ese puerto antiguamente pesquero y que en la década de los 80/90 representaba lo más «cool» del mundo.
A mí me sobra mucha tontería, «aparentar» y demás, pero oye, tiene su punto para pasear una noche y divertirte un rato.