– En primer lugar, separamos las yemas de las caras de los huevos y montamos estas ultimas a punto de nieve con una pizca de sal. Reservar.
– En segundo lugar batimos en la amasadora la mantequilla (importante que esté blanda) hasta que se convierta en una masa blanquecina y cremosa.
– Añadimos el azúcar y continuamos batiendo.
– A continuación, vertemos las yemas de los huevos de una en una, dejando que se integren por completo hasta verter la siguiente y amasamos hasta obtener una masa muy cremosa.
– En este momento cambiamos las varillas por la pala, bajamos la velocidad de la amasadora y echamos a cucharadas 1/3 de las harinas. Amasar.
– Continuamos vertiendo la mitad del café, otro tercio de las harinas, el resto de café y la última parte de las harinas. Batimos hasta tener una masa homogénea.
– Finalmente, incorporamos las claras montadas con cuidado e integrándolas de manera suave, con movimientos de abajo hacia arriba.