Contaminada por comer gluten

Contaminada por comer gluten
Contaminada por comer gluten.
 
Escribo hoy este post desde la distancia que da una semana de reflexión.
 
Una semana de haber dejado atrás la mala leche y sobre todo, después de haber pasado 4 de sus días hecha una verdadera porquería.
 
 Os cuento.
El jueves pasado salí a cenar con mis amigas. Las tres somos mamas trabajadoras, ocupadas y muy cansadas, llegando a estas alturas de curso.
 
Pero como sabíamos que durante el verano es difícil coincidir, decidimos salir a cenar. Sólo que esta vez quedamos prontito para, en vez de hacer una cenar formal, ir de pintxos, de tapeo, cosa que además me hacía ilusión ya que era la primera vez que lo hacía desde mi diagnostico de celiaquía.
 

Como en Pamplona la oferta sin gluten no es demasiado grande, llamé al restaurante «El Mercado», del que ya os había hablado en esta entrada.

Les comenté si tenían pinchos, tapas sin gluten porque iríamos a las 8 de la tarde y me comentaron que sin problemas, así que allí quedamos.

Cual es mi sorpresa (y cabreo) nada más llegar, que cuando pregunto cuales son los pintxos que puedo tomar, me dicen que sin gluten no hay nada, que nunca han tenido y que hasta las 9 de la noche no se abre la cocina, con lo cual no puedo tomar nada.

Nuestra primera reacción fue irnos, pero por circunstancias que no vienen al caso, decidimos quedarnos.

Al poco vino la camarera (la misma) y me preguntó si quería una una cerveza como mis amigas.

«¿Sin gluten?» pregunté ya mosqueada. «No, normal»… me contesta ella. Mi mosqueo iba aumentado de manera exponencial. Pedí una coca cola y decidí que lo mejor era relajarme y pasarlo bien con mis amigas, que para eso habíamos quedado.

Finalmente dieron las 9, me trajeron la carta de platos que habitualmente sirven en lo que es el restaurante y elegí pulpo con patatas y ensalada de rúcula.

Le pregunté a la camarera que se asegurase de que el pimentón que le ponían era sin gluten y que si no era así que no se preocupasen, que no pasaba nada, ante lo cual ella me miró con cara de «eres una impertinente».

Y por fin llega mi comida (yo muerta de hambre ya que se suponía, íbamos a cenar a las 8) y mi pan.

La camarera me dice: «ten cuidado con el pan que está caliente». Algo que es una cosa normal en los panes sin gluten que nos sirven en los restaurantes, ya que suelen estar congelados y los hornean al momento.

peligro de contaminación por gluten en los restaurantes

Al principio al estar calentito, no fui muy consciente. Pero pasado un rato ya de la cena, me doy cuenta de que ese pan esta riquísimo. Que tiene una miga, una textura….

Con horror, descubro sin lugar a dudas que me han puesto PAN CON GLUTEN.

Ante mi cara de horror (me había comido ya más de la mitad del pan), una de mis amigas preguntó a la camarera por el pan me habían puesto y ella dijo así sin más: «pues pan, pan  normal», contestó como si nada.

La misma camarera con la que llevaba una hora hablando de mi celiaquía.

Alguien avisó al encargado y ese fue el momento culmen de la noche: diciéndome que bajase mi tono de voz (reconozco que no era dulce y agradable, pero creo que no era como para eso), me dice que ha sido un error humano, que ya no pueden hacer nada y que como mucho, si quieren, van a una farmacia a por un antiestamínico.

Y ahí fue donde yo monté en cólera.

¿Pero como es posible que un restaurante que se jacta de tener comida para celiacos, que se supone que tiene a su personal formado sobre el tema, me mienta diciéndome que tienen pintxos y luego no los hay, me ofrezcan cerveza y su encargado me diga que me dan un antiestamínico?

Lloré, y lloré mucho. De rabia, de impotencia, de coraje.

De pensar que llevo 4 meses sin probar ni una sola miga de gluten (quitando la contaminación sin querer de la que os conté); haciendo muchas veces esfuerzos, y esfuerzos grandes porque todos aquellos que sois celíacos o tenéis una intolerancia alimentaria sois conscientes que esto no es fácil; más bien en ocasiones muy, muy difícil.

Que hay que tener una fuerza de voluntad férrea y ser muy consciente del daño que nos hace una milésima parte de gluten.

Porque claro, los cuatro días siguientes estuve hecha un asco, como os decía al principio: diarrea, sensación de hinchazón como un globo, cansancio.Aparte del bajón psicológico.


Pero además y más importante, está el daño que se le hace a la regeneración de la flora intestinal que poco a poco se va recuperando gracias a la dieta sin gluten y esto la machaca de nuevo.

Gracias si habéis llegado leyendo hasta aquí.

Como os decía, he esperado unos días a escribir este post porque al principio estaba demasiado enfadada como para hacerlo.

Hoy, puedo llegar a entender un error humano.

Pero lo que no acepto es que un restaurante no forme a su personal y te diga cosas que no son.

Por cierto, a excepción de mi plato de pulpo, nos cobraron toda la cena, incluida mi coca cola. Ni siquiera se dignaron a invitarnos a 3 cañas y dos pintxos que se habían tomado mis amigas.

Cuanto nos queda por recorrer.

Helena

6 Comments

  1. Detallisime -Charo

    pobre, de verdad que lo de la hostelería en España, es de aurora boreal!..no te lleves mal rato, no merece la pena!

  2. Eva M Cebrián

    Yo me pensaría muy en serio denunciarles.
    Mucho ánimo, y diré que yo hubiera llorado igual….
    Muack

  3. Vero

    Me da hasta coraje, Helena! Qué rabia, cielo! Si es que estamos en un país de pandereta, nos jactamos de saber, conocer… y te aseguro que la ignorancia es muy osada! Espero que ahora estés más tranquila, a pesar del mal rato. Irás haciendo callo, ya lo verás, pero nunca dejes de enseñar a los demás. Mucho ánimo y mil biquiños!

  4. milicocinillas Sin Lactosa

    Me parece increible …no estan "Preparados" para nada !! Y menos, ese restaurante, me parece tan indignante que te mientan a la cara y encima se rian de ello !! yo el sabado fui a cenar por mi cumple con jorge …tengo intolerancia a los lacteos y el restaurante no estaba preparado, de la carta que no era muy extensa …podia comer sólo un par de platos . entre ellos ensalada, sin la mitad de los ingredientes, los cuales muy amablemente te cobran y un plato de carne con salsa, el resto llevaba crema, nata, queso …. postres 0 ..bueno la chica me dijo que tenian fruta con queso …pero que me quitaban el queso …y le dije y me cobras los 12 pavos no ?? Gracias ..Habra que seguir luchando y gritando a ver sin nos oyen …en mi restaurante se portaron bien …y cenamos muy agusto salvo pequeños fallos muy perdonables …pero reconozco, que no puedo volver a cenar, a menos que me pida lo mismo !! jajaja porque mas variedad sin lactosa no tenian …un besete y siento el mal trago helena !!
    milicocinillas

  5. Ana TuMedioCupcake

    A medida que iba leyendo me iba indignando contigo, Helena!! Qué rabia e impotencia debe ser ese momento. Y que encima no tan solo la disculpa haya sido más bien escueta, sino que la empatía que desmuestran con el cliente es de 0 (ya ni menciono el conocimiento sobre la celiaquía que ha quedado claro).
    En fin… ¡¡muchísimo ánimo!! Debe ser dificilísimo no solamente adaptar tu día a día y sobre todo el de tu hijo, sino además tenerte que "enfrentar" al montón de personas que ni siquiera se molestan en ponerse un segundo en vuestro lugar…

    ¡Un besazo enoooorme!!

  6. Anónimo

    Recién llego a tu blog, con la sospecha que puedo ser celíaca y esperando los resultados de los exámenes médicos. Esto casi me hace llorar de la bronca. No puedo creer que aún sabiendo te hayan dado el pan, ¡lo hicieron a propósito! Si me hubiera pasado a mí, con lo mal llevada que soy, hubiera montado un escándalo tan grande hasta hacer venir a las cámaras de televisión. Fuerza en este camino de vivir sin gluten. Nos estaremos encontrando seguido!

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