– Preparamos la mezcla de las harinas y los almidones junto con la sal, la pectina de manzana, la goma xantana y el pysilium.
– En el bol de amasadora ponemos el agua con gas, la miel y la levadura fresca, disolviendo bien esta.
– Sobre los ingredientes húmedos, vertemos las harinas y amasamos con el gancho durante 15 minutos a velocidad media.
– Pasado este tiempo, ponemos la masa en un en un recipiente previamente espolvoreado con harina de arroz.
– La tapamos con un film transparente y la dejamos levar en el horno apagado durante unas dos horas.
– Pasado este tiempo, iremos cogiendo porciones de la masa intentando no tocarla demasiado.
(Yo los hice tomando la masa con una espátula de goma engrasada en aceite de girasol, al igual que las manos. Es una masa bastante pringosa, así que no os desesperéis).
– Una vez hechos nuestros panes, volvemos a meter en el horno para un segundo levado.
– En este caso de nuevo el horno apagado pero en la parte de abajo, pondremos un bol con agua hirviendo.
Esto proporciona humedad a nuestros panes.
Dejaremos aproximadamente entre 35-40 minutos.
– Con el segundo levado hecho, sacamos la bandeja del horno y a nuestros panes les ponemos por encima las semillas de lino y chía (esto es opcional).
– Pre calentamos este a 210º calor arriba y abajo y ventilador. En el momento de hornear bajaremos la temperatura a 190º.
En el bol que ya teníamos agua, volvemos a poner un vaso con agua muy caliente y hornearemos 35-45 minutos, en función del tamaño de nuestros panes.
– Una vez horneados, dejar reposar en una rejilla hasta que se enfríen por completo.